La popular modelo de 91 años mostró sus fotografías de cuando era joven.
La famosa modelo de 91 años, Carmen Dell’Orefice, sigue siendo una figura solicitada y conocida a pesar de su edad.
Su primer acercamiento al mundo del modelaje fue a los 14 años cuando participó en una sesión de fotos para Vogue, conquistando a muchos fotógrafos con su belleza.
Nuestra protagonista nació en una familia de bailarines y violinistas que vivían en la pobreza. Después del divorcio de sus padres, la niña se quedó con su madre, quien deseaba que se convirtiera en bailarina y la envió a estudiar ballet.
La joven recibía constantes críticas de su madre, una mujer estricta y a veces brusca, que nunca estaba satisfecha con su apariencia. Carmen se consideraba poco atractiva porque era la más alta y delgada entre sus compañeros y no era popular entre los chicos.
Debido a la falta de dinero, Carmen a veces tenía que vivir en un internado durante meses. Soñaba con ser bailarina, pero después de padecer reumatismo, eso se volvió imposible.
No obstante, Carmen logró mucho en la vida; a los 14 años comenzó su carrera como modelo y en 1947, una de sus fotos apareció en la portada de Vogue.
La modelo confesó que no le gustó esa fotografía cuando la vio, y casi lloró, ya que el peinado la hacía parecer un chico.
Su infancia fue difícil; Carmen y su madre vivían sin muchas comodidades y constantemente tenían problemas económicos. Incluso tuvieron que empeñar la máquina de coser para pagar el alquiler y recolectar fondos durante todo el mes para pagar la electricidad. Ahora, con esta experiencia, Carmen realmente sabe apreciar el dinero y la vida.
En 1963, la modelo decidió retirarse, pero su agente se rió de la idea, ya que sabía que el trabajo era la vida de Carmen.
En 1978, Carmen se encontró con Norman Parkinson, quien la reintrodujo en el mundo de la moda. La modelo aceptó la oferta, ya que su hija ya era adulta y su matrimonio había terminado.
A diferencia de muchas mujeres, Carmen no intentó ocultar los signos de la edad en su apariencia. En cambio, decidió mantener su cabello naturalmente blanco y plateado, convirtiéndolo en su sello distintivo. En 1987, volvió a ser muy solicitada y popular.
Carmen incluso escribió un libro titulado “Ser hermosa: secretos y técnicas que aprendí en 40 años de trabajo como modelo”, donde comparte su experiencia.
Realmente, al mirar las fotos de esta asombrosa mujer, uno puede comprender que los años no tienen poder sobre ella, luciendo simplemente espectacular. Hoy en día, al igual que en su juventud, participa en desfiles y protagoniza campañas publicitarias. Carmen ha destrozado los estereotipos sobre que los 30 años son el “techo” para una modelo.