La madre de tres hijos logró perder 55 kg en un año. ¿Cómo se ve ahora?
Muchas personas desean deshacerse del exceso de peso, pero en la etapa más importante, se rinden. Pero nuestra protagonista no lo hizo. Permítanme presentarles a Kelly, una mujer con tres hijos que vive en Australia.
La mujer tenía un peso considerable. Cuidar de sus hijos le resultaba muy difícil. Sin embargo, esta historia tendrá un final positivo. En un año, logró perder más de 55 kg. Lo sorprendente es que no recurrió a ninguna intervención quirúrgica ni siguió ninguna dieta complicada. Todo resultó ser mucho más sencillo. De manera gradual, comenzó a modificar su alimentación. Después de ese año, lucía impresionante y recordaba ese período como una pesadilla. Cuando dio a luz a su tercer hijo y se pesó, vio la marca de 126 kg. Fue un shock, ya que nunca antes había pesado tanto.
Era necesario hacer cambios urgentes, no solo por las cifras en la balanza, sino también porque le resultaba difícil cuidar de tres hijos. Deseaba moverse más con ellos y ser activa, pero con ese peso era imposible. Su comida favorita, al igual que la de muchos, era las papas fritas y el pollo, y le costaba renunciar a ello. Decidió reducir las porciones. Después de acostumbrarse a esta forma de comer, optó por eliminar las bebidas gaseosas y sustituirlas por agua mineral o agua común.
En lugar de arroz blanco, utilizaba arroz integral. Solo comía en casa y evitaba los tentempiés en cafeterías. Todas estas acciones comenzaron a cambiar su vida de manera gradual.
Siempre llevaba su comida en recipientes para evitar comer en exceso. De esta manera, automatizó todo el proceso. Ya no tenía ganas de comer más ni ningún otro alimento perjudicial. Comenzaba el día con avena o huevos para el desayuno. El almuerzo consistía en una ensalada ligera con pollo o pescado, y la cena era similar, con la adición de frutas.
La mayoría de las dietas nos hacen creer que los resultados llegarán rápidamente, pero no es así, y Kelly lo demostró con su ejemplo. Con el tiempo, comenzó a incorporar ejercicios físicos, pero no en un gimnasio o club de fitness, sino a través de la danza en un poste.
Logró cambiar su vida y motivar a otras personas. Ahora es difícil reconocer en ella a la mujer con sobrepeso que solía ser.