“El poder del maquillaje”: Cómo una maquilladora transformó a una mujer en belleza que había dejado de cuidarse hace mucho tiempo.
Para cada mujer, es muy importante lucir hermosa y estar bien cuidada. Y así, la maquilladora de Azerbaiyán, Ayan Shahfag, decidió brindar esa sensación de propia magnificencia a aquellos que, por alguna razón, no pueden lograrlo por sí mismos. Para Ayan, su trabajo es un sueño hecho realidad desde su infancia. Siempre le ha encantado maquillar y vestir a las personas, haciéndolas verdaderamente felices. En círculos profesionales, ella es conocida y respetada.
Recientemente, Ayan decidió organizar un proyecto único. Ella sale a las calles, se acerca a todas las mujeres y les pregunta si necesitan los servicios de una estilista y maquilladora. Luego las invita a su salón y allí ocurre una verdadera transformación. Y así, en manos de Shahfag, estaba una mujer que, por alguna razón, había dejado de cuidarse y usar maquillaje. Ayan tomó una foto “antes” y comenzó a trabajar.
La cliente tenía varios pequeños defectos en su apariencia, lo que era un tesoro para la maquilladora. Paradójicamente, de ella se podía hacer una belleza mucho más fácilmente que de alguien cuya apariencia es impecable.
La piel de la mujer estaba seca y necesitaba productos que la hidrataran. Ayan le aplicó un cuidado básico, pero los resultados de estas cremas eran temporales, ya que para que la piel se mantenga en buen estado de manera constante, es necesario cuidarla todos los días.
Luego vino el maquillaje en sí. Primero, la maquilladora eligió la base adecuada para el tono de piel de la cliente, que también debía ser de cobertura completa para ocultar todas las imperfecciones de la piel. Luego, se utilizaron productos para esculpir el rostro, rubor para darle frescura y, por supuesto, iluminador, ya que el maquillaje moderno no puede prescindir de él.
Luego, Ayan se centró en el maquillaje de ojos. Para la mujer, decidió elegir un maquillaje que resaltara sus ojos, haciéndolos expresivos con varios tonos de sombras rosadas. Y al finalizar el maquillaje, Shahfag procedió a crear un peinado. Dado que el cabello de la cliente estaba en mal estado, la maquilladora comenzó a transformarlo. Se utilizaron mascarillas, champús y acondicionadores restauradores. Al final, se decidió teñir un poco el cabello y, para terminar, se peinó de forma hermosa
A la cliente le encantó todo. Probablemente no se había visto tan bellamente maquillada en mucho tiempo, lo que incluso la hizo llorar. Pero eran lágrimas de alegría, ¿y qué podría ser mejor para una maquilladora?
Solo queda esperar que después de salir del salón, la mujer decida volver a cuidarse. Después de todo, ella ha visto qué tan hermosa puede ser si dedica un poco de esfuerzo.