«Como una vieja abuela»: Los paparazzi capturaron a Pamela Anderson, de 55 años, durante un paseo.

Durante décadas, la industria del cine y los medios de comunicación consideraron a Pamela Anderson como una simple figura superficial. La serie “Baywatch”, que se emitió en los años 90, convirtió a Pamela en una superestrella y le otorgó una gran cantidad de admiradores.

La joven se convirtió en un símbolo sexual de su tiempo, pero al mismo tiempo quedó atrapada en un solo papel. A pesar de que Anderson publicó dos libros que se convirtieron en bestsellers según el New York Times, y puede citar a autores como Proust y Walt Whitman, su imagen de “rubia” se quedó con ella para siempre.

Cuando Pamela era niña, su madre le decía que la belleza natural no existía. Le explicaba que para crear la ilusión de atractivo, se necesitaba pasar al menos una hora frente al espejo y que la belleza era poder si te peinabas adecuadamente, te maquillabas y te daban brillo. Anderson misma recuerda que los comentarios de su madre después de sus apariciones en programas de televisión siempre se centraban en su peinado o maquillaje.

Ahora, con 55 años, Anderson está desmantelando lentamente el mito de que solo es una rubia en un traje de baño rojo con una estela de matrimonios fallidos detrás de ella. Ya no interpreta el papel de “muñeca Barbie”, renunciando a las extensiones de cabello, el maquillaje y los vestidos ajustados a favor de suéteres holgados, lo suficientemente prácticos para trabajar en el jardín.

“El mundo intentó caricaturizarla. Pero esta mujer tiene profundidad y una cierta inteligencia que está dispuesta a reconocer y mostrar al mundo”, declara el vicepresidente de Netflix.

Pamela rechaza el uso de Photoshop y la ayuda de estilistas. Recientemente, la actriz fue captada con una falda de lino sin forma, un suéter blanco y sandalias beige que combinaban con el color de su bolso. Aunque Anderson se sienta cómoda con este look, a sus seguidores les parece que es demasiado pronto para adoptar un atuendo de abuela.