Un vagabundo alimenta a los gatos callejeros todos los días a pesar de que a veces él tiene hambre
El amor por los animales enaltece y purifica el alma humana. Ese hombre siempre se ha preocupado por nuestros hermanos menores, compra comida para ellos todos los días, incluso cuando a veces no tiene suficiente para sí mismo. Vamos a difundir esta historia para que más personas se enteren de él.
El hombre sin hogar llamado Long Dum tiene una vida muy difícil, actualmente vive en una de las estaciones de tren de Tailandia. Pero a pesar de sus dificultades, siempre se preocupa por los gatos callejeros, comprándoles comida.
Para tener algo de dinero, vende limones en la calle todos los días. Hay días en los que las ventas van bien y tiene suficiente dinero para comer también. Pero primero compra comida para sus amigos de cola, ya que son su familia y simplemente no puede dejarlos hambrientos.
“Puedo aguantar y no comer, pero el gato debe comer todos los días. Ellos cuentan conmigo y esperan cada día”, dice.
La historia de este hombre se hizo conocida después de que una mujer lo fotografiara en la calle y publicara la foto en las redes sociales. En ella, se ve cómo vende limones con un letrero que dice “20 baht por bolsa, las ganancias cubrirán los gastos de comida para los gatos callejeros”. Muchas personas comenzaron a admirar su bondad y a brindarle ayuda. Algunas personas iban específicamente a comprar todos los limones, mientras que otros llevaban comida para los gatos.
Incluso hubo personas compasivas que le ofrecieron un corte de pelo gratuito, le llevaron ropa completamente nueva e incluso le ofrecieron un lugar para vivir. Pero él todavía regresó a la calle, no puede abandonar a sus gatos.
“No debemos juzgar a alguien por su apariencia”, comentan los usuarios en Internet. “Tomemos, por ejemplo, a Long Dum. Aunque es sin hogar, tiene un corazón grande y bondadoso”.
Con su acto desinteresado diario, este hombre ha inspirado a muchas personas en todo el mundo a abrir su corazón al amor, la compasión y ayudar a aquellos que lo necesitan, ya sean personas o animales sin hogar.