En cuarto grado, le hizo una promesa a una chica con el síndrome de Down. Y 7 años después lo mantuvo
Ben y Mary estaban en la misma clase en la escuela primaria. Desde el segundo grado, el chico cuidaba de su compañera de clase, quien padecía síndrome de Down. A pesar de que Mary es una niña dulce y comprensiva, ellos a menudo la evitaban. En cuarto grado, Ben y Mary ya se habían hecho amigos.
El chico siempre trataba de involucrar a su amiga en todas las actividades. Cuando veía que Mary se aburría, la llevaba a jugar al fútbol con él, persuadiendo previamente a sus compañeros de equipo para que dejaran a la chica marcar un gol, porque ella se alegraba sinceramente de cada éxito.
En cuarto grado, cuando Ben y Mary eran los mejores amigos, él prometió a su amiga que irían juntos al baile de graduación. Pero el destino decretó que Mary tuviera que mudarse a otra ciudad y estudiar en una nueva escuela. Mary logró encontrar su lugar en una nueva institución educativa.
Se convirtió en la encargada de adquisiciones de equipos y uniformes para el equipo de fútbol local. Este deporte le apasionaba mucho. Y Ben continuó jugando para el equipo de su escuela. Y por obra del mismo destino, cuando se celebraron las competiciones intercolegiales, Ben y Mary se volvieron a encontrar. Su amistad ya no estaba separada. Los padres de Mary y su hermano estaban muy conmovidos. Después de todo, entendían que mucha gente evitaba a su hermosa niña, a pesar de que es una persona muy fácil de comunicar.
Y Ben dijo que simplemente no podía dejar de cumplir su palabra. Porque Mary realmente es la mejor amiga que ha tenido. Es muy sincera, alegre y es muy fácil llevarse bien con ella.