Un gatito inusual se sentó en la calle y chilló con todas sus fuerzas tratando de llamar la atención sobre sí misma.
Este gatito bebé nació de manera peculiar, quizás por eso su madre la abandonó. La pequeña se sentó en la calle y chilló con todas sus fuerzas, tratando de llamar la atención sobre sí misma.
Todos la notaron. Una chica escuchó un débil maullido y se acercó a ella. La recogió y la llevó a un refugio. Después de un examen veterinario, resultó que la pequeña belleza de 90 gramos de peso había nacido con características especiales, su nariz y mandíbula estaban deformadas.
El gato fue llamado Aela, y una amable voluntaria se hizo cargo de ella: la alimentó a tiempo, la mantuvo abrigada y hizo todo lo posible para que se sintiera cómoda y protegida.
Gracias al cariño y la dedicación de la mujer, Aela se hizo más fuerte, se volvió activa, alegre y enérgica.
Sus características inusuales no interfirieron en su desarrollo, actúa como cualquier otro gatito normal.
Hoy en día, Aela tiene 3 meses y se siente maravillosamente bien. Esperamos que aparezcan dueños amables y esta belleza encuentre una familia mejor y llena de amor.