“Una historia con final feliz”: cómo vive ahora el niño que nadie quiso adoptar cómo vive ahora el niño que nadie quiso adoptar
La historia de hoy gira en torno a una mujer de inmensa compasión que ofreció un rayo de esperanza para un futuro más brillante a un niño pequeño.
Priscilla Morse ya era madre de dos hijos adultos. Sin embargo, ella y su esposo sintieron el llamado de adoptar a un niño de un orfanato. Se sintieron atraídos por una niña pequeña que, desafortunadamente, tenía síndrome de Down. Sin dejarse intimidar por su condición, la pareja decidió adoptarla. A partir de ese momento, criaron a la niña como si fuera suya, colmándola de amor y cuidado que tanto necesitaba.
Las obras benévolas de la familia de Priscilla no se detuvieron allí. Más tarde, encontró una foto en línea de un niño frágil y abandonado y sintió instantáneamente la necesidad de protegerlo. Su esposo, sin dudarlo, estuvo de acuerdo con esta importante decisión. A pesar de que el niño, Ryan, residía en Bulgaria, estas personas de buen corazón viajaron allí para traerlo consigo. Tras un examen más detenido, se descubrió que el niño padecía varias enfermedades y su apariencia evocaba un profundo sentimiento de lástima.
Sin embargo, después de unos meses, Ryan comenzó a mostrar signos de mejoría e incluso desarrolló la capacidad de comer de forma independiente. Ahora, Ryan ha aprendido a comunicarse y realizar muchas tareas por sí mismo, contradiciendo el pronóstico inicial de los médicos.
Pronto comenzará la escuela, donde adquirirá más habilidades y conocimientos. Pero, lo más importante, la felicidad visible en el rostro del niño implica que los esfuerzos de Priscilla y su esposo valieron la pena.